miércoles, 19 de octubre de 2011




  aqui un video para divertirnos y reirnos mucho 

jajajajajajajaja......... qe gracioso y divertido

IUNA OBRA MAS

                                                          EL camarón encantado 
                                                                   de Jose Martín


En un pueblo del mar Báltico, de Rusia, vivía el pobre Loppi, en un casuco viejo, sin más compañía que su
hacha y su mujer. El hacha ¡bueno!; pero la mujer se llamaba Masicas.¡Vaya un nombre: Masicas! . 
Un día estuvo Masicas más busca pleitos que de costumbre. Y al pasar cerca de un charco vio en la yerba húmeda uno que le pareció animal raro y negruzco, de muchas bocas, como muerto o dormido. Era grande por cierto; era un enorme camarón. "¡Al saco el camarón!; con esta cena le vuelve el juicio a esa hambrona de Masicas; ¿quién sabe lo que dice cuando tiene hambre?" Y echó el camarón en el saco.

Pero ¿qué tiene Loppi, que da un salto atrás, que le tiembla la barba, que se pone pálido? Del fondo del saco salió una voz tristísima; el camarón le estaba hablando:

-Párate, amigo, párate, y déjame ir. Yo soy el más viejo de los camarones; más de un siglo tengo yo, ¿qué vas a hacer con este carapacho duro? Sé bueno conmigo, como tú quieres que sean buenos contigo.

-Perdóname, camaroncito, que yo te dejaría ir; pero mi mujer está esperando su cena, y si le digo que encontré el camarón mayor del mundo, y que lo dejé escapar, esta noche sé yo a lo que suena un palo de escoba cuando se lo rompe su mujer a uno en las costillas.

-Y ¿por qué se los has de decir a tu mujer?

-¡Ay camaroncito! eso me dices tú porque no sabes quién es Masicas. Masicas es una gran persona, que lo lleva a uno por la nariz, y uno se deja llevar; Masicas me vuelve del revés, y me saca todo lo que tengo en el corazón; Masicas sabe mucho.

-Pues mira, leñador, que yo no soy camarón como parezco, sino una maga de mucho poder, y si me oyes, tu mujer se contentará, y si no me oyes, toda la vida te has de arrepentir.

-Tú contenta a Masicas, y yo te dejaré ir, que por gusto a nadie le hago daño.

-Dime qué pescado le gusta más a tu mujer.

-Pues el que haya, camarón, que los pobres no escogen; lo que has de hacer es que no vuelva yo con el morral vacío.

-Pues ponme en la yerba, mete en el charco tu morral abierto, y di: "¡Peces, al morral!"

Y tantos peces entraron en el morral que casi se le iba a Loppi de las manos. Las manos le bailaban a Loppi de asombro.

-Ya ves, leñador -le dijo el camarón, -que no soy desagradecido: Ven acá todas las mañanas, y en cuanto digas: "¡Al morral, peces!" tendrás el morral lleno de los peces colorados, de los peces de plata, de los peces amarillos. Y si quieres algo más, ven y dime así:

"Camaroncito duro,
Sácame del apuro"

y yo saldré, y veré lo que puedo hacer por tí. Pero mira, ten juicio, y no le digas a tu mujer lo que ha sucedido hoy.

-Probaré, señora maga, probaré -dijo el leñador; y puso en la yerba con mucho cuidado el camarón milagroso, que se metió de un salto en el agua.

Y empezaron los peces a saltar, primero un lucio como de una vara, luego una carpa, radiante como el oro, luego dos truchas, y un mundo de meros. Masicas abrazó a Loppi, y lo volvió a abrazar, y le dijo: "¡leñadorcito mío!"

Anda a la huerta, anda, y tráeme unos ajos y cebollas, y tráeme unas setas; anda, anda al monte leñadorcito, que te voy a hacer una sopa que no la come el rey. Y la carpa la asaremos; ni un regidor va a comer mejor que nosotros.

, que era como una rosa fina, y no le hablaba del miedo. Pero al otro día no le hizo Masicas tantas fiestas al morral de pescados. Y al otro, se puso a hablar sola. Y el sábado, le sacó la lengua en cuanto lo vio venir. Y el domingo, se le fue encima a Loppi, que volvía con su morral a cuestas.

-¡Mal marido, mal hombre, mal compañero! ¡qué me vas a matar a pescado ¡que de verte el morral me da el alma vueltas!

-Y ¿qué quieres que te traiga, pues? -dijo el pobre Loppi.

-Pues lo que comen todas las mujeres de los leñadores honrados: una sopa buena y un trozo de tocino.

"Con tal, pensó Loppi, que la maga me quiera hacer este favor".

Y al otro día a la mañanita fué al charco, y se puso a dar voces:

"Camaroncito duro,
Sácame del apuro"

y el agua se movió, y salió una boca negra, y luego otra boca, y luego la cabeza, con dos ojos grandes que resplandecían.

-¿Qué quiere el leñador?

-Para mí, nada; nada para mí, camaroncito; ¿qué he de querer yo? Pero ya mi mujer se cansó del pescado, y quiere ahora sopa y un trozo de tocino.

-Pues tendrá lo que quiere tu mujer -respondió el camarón. Al sentarte esta noche a la mesa, dale tres golpes con el dedo meñique, y di a cada golpe: "¡Sopa, aparece; aparece, tocino!" Y verás que aparecen. Pero ten cuidado, leñador, que si tu mujer empieza a pedir, no va a acabar nunca.

-Probaré, señora maga, probaré -dijo Loppi, suspirando.

Como una ardilla, como una paloma, como un cordero estuvo al otro día en la mesa Masicas, que comió sopa dos veces, y tocino tres, y luego abrazó a Loppi, y lo llamó: "Loppi de mi corazón".

Pero a la semana justa, en cuanto vio en la mesa el tocino y la sopa, se puso colorada de la ira, y le dijo a Loppi con los puños alzados:

-¿Hasta cuándo me has de atormentar, mal marido, mal compañero, mal hombre? ¿qué una mujer como yo ha de vivir con caldo y manteca?

-Pero ¿qué quieres, amor mío, qué quieres?

-Pues quiero una buena comida, mal marido: un ganso asado, y unos pasteles para postres.

 Y a paso de moribundo se fue arrimando al charco a los claros del día. Y las voces que daba parecían hilos, por lo tristes, por lo delgadas:

"Camaroncito duro,
Sácame del apuro"

-¿Qué quiere el leñador?

-Para mí, nada; ¿qué he de querer yo? Pero ya mi mujer se está cansando del tocino y la sopa. Yo no, yo no me canso, señora maga. Pero mi mujer se ha cansado, y quiere algo ligero, así como un gansito asado, así como unos pastelitos.

-Pues vuélvete a tu casa, leñador, y no tienes que venir cuando tu mujer quiera cambiar de comida, sino pedírselo a la mesa, que yo le mandaré a la mesa que se lo sirva.

 Llena estaba ya la mesa de platos, cuando él llegó, con cucharas de hierro, y tenedores de tres puntas, y una jarra de estaño, y el ganso con papas, y un pudín de ciruelas. Hasta un frasco de anisete había en la mesa, con su forro de paja.

Pero Masicas estaba pensativa. Y a Loppi ¿quién le daba todo aquello? Ella quería saber: -"¡Dímelo, Loppi". Y Loppi se lo dijo, cuando ya no que daba del anisete más que el forro de paja, y estaba Masicas más dulce que el anís. Pero ella prometió no decírselo a nadie; no había una vecina en doce leguas a la redonda.

A los pocos días, una tarde que Masicas había estado muy melosa, le contó a Loppi muchos cuentos y le acabó así el discurso:

-Pero, Loppi, mío, ya tú no piensas en tu mujercita; comer, es verdad, come mejor que la reina; pero tu mujercita anda en trapos, Loppi, como la mujer de un pordiosero. Anda, Loppi, anda, que la maga no te tendrá a mal que quieras vestir bien a tu mujercita.

A Loppi le pareció que Masicas tenía mucha razón, y que no estaba bien sentarse a aquella mesa de lujo con el vestido tan pobre. Pero la voz se le resistía cuando a la mañanita llamó al camarón encantado:

"Camaroncito duro,
Sácame del apuro"

El camarón entero sacó el cuerpo del agua.

-¿Qué quiere el leñador?

-Para mí, nada; ¿qué puedo yo querer? Pero mi mujer está triste, señora maga, porque se ve tan mal vestida, y quiere que su señoría me de poder para tenerla con traje de señora.

El camarón se echó a reír, y estuvo riendo un rato, y luego dijo a Loppi: -"Vuélvete a casa, leñador, que tu mujer tendrá lo que desea".

-¡Oh, señor camarón! ¡oh, señora maga! ¡déjeme que le bese la patica izquierda, la que está de lado del corazón! ¡déjeme que se la bese!

Y cuando entró a su casa vio a una bella señora, y la saludó hasta los pies; y la señora se echó a reir, porque era Masicas, su linda Masicas, que estaba como un sol de la hermosura.


A los pocos días Masícas estaba pálida, como quien no duerme, y con los ojos colorados, como de mucho llorar. "Y dime, Loppi, -le decía una tarde, con un pañuelo de encaje en la mano, -¿de qué me sirve tener tan buen vestido sin un espejo donde mirarme, ni una vecina que me pueda ver, ni más casa que este casuco? Loppi, dile a la maga que esto no puede ser". Y decía "Dile, Loppi, a la maga que me de un castillo hermoso, y no le pediré nada más".

-¡Masicas, tú estás loca! Tira de la cuerda y se reventará. Conténtate, mujer, con lo que tienes, que si no la maga te castigará por ambiciosa.

-¡Loppi, nunca serás más que un zascandil! ¡El que habla con miedo se queda sin lo que desea. Háblale a la maga como un hombre. Háblale, que yo estoy aquí para lo que suceda.

Y el pobre Loppi volvió al charco, como con piernas postizas. Iba temblando todo él. ¿Y si el camarón se cansaba de tanto pedirle, y le quitaba cuanto le dio? ¿Y si Masicas lo dejaba sin pelo si volvía sin el castillo? Llamó muy quedito:

"Camaroncito duro,
Sácame del apuro"

¿Qué quiere el leñador? -dijo el camarón, saliendo del agua poco a poco.

-Nada para mí, ¿qué más podría yo querer? Pero mi mujer no está contenta y me tiene en tortura, señora maga, con tantos deseos.

-¿Y qué quiere la señora, que ya no va a parar de querer?

-Pues una casa, señora maga, un castillito, un castillo. Quiere ser princesa del castillo, y no volverá a pedir nada más.

-Leñador -dijo el camarón, con una voz que Loppi no le conocía, tu mujer tendrá lo que desea. Y desapareció en el agua de repente.

 Una princesa bajó a saludarlo a la puerta del jardín, con un vestido de plata. Y la princesa le dio la mano. Era Masicas. "Ahora sí, Loppi, que soy dichosa. Eres muy bueno, Loppi. La maga es muy buena". Y Loppi se echó a llorar de alegría.

No había en todo el país quien tuviera un castillo más opulento; ni coches con más oro, ni caballos más finos. Sus vacas eran inglesas, sus perros de San Bernardo, sus gallinas de Guinea, sus faisanes de Terán, sus cabras eran suizas. ¿Qué le faltaba a Masicas, que estaba siempre tan llena de pesar? Se lo dijo a Loppi, apoyando en su hombro la cabeza. Masicas quería algo más. Quería ser reina Masicas: "¿No ves que para reina he nacido yo? ¿No ves, Loppi mío, que tú mismo me das siempre la razón, aunque eres más terco que una mula? Ya no puedo esperar, Loppi. Dile a la maga que quiero ser reina".

Loppi no quería ser rey. Almorzaba bien, comía mejor; ¿a qué los trabajos de mandar a los hombres? . Llegó. Llamó:

"Camaroncito duro,
Sácame del apuro"

Vio salir del agua las dos bocas negras. Oyó que le decían "¿qué quiere el leñador?" Pero no tenía fuerzas para dar su recado. Al fin dijo tartamudeando:

-Para mí, nada; ¿qué pudiera yo pedir? Pero se ha cansado mi mujer de ser princesa.

-¿Y qué quiere ahora ser la mujer del leñador?

-¡Ay, señora maga!: reina quiere ser.

-¿Reina no más? Me salvaste la vida, y tu mujer tendrá lo que desea. ¡Salud, marido de la reina!

Y cuando Loppi volvió a su casa, el castillo era un palacio, y Masicas tenía puesta la corona.
Y Loppi almorzó contento, y bebió en copa tallada su anisete más fino, seguro de que Masicas tenía ya cuanto podía tener. Hasta que un día vino un chambelán de casaca carmesí con botones de topacio, a decirle que la reina lo quería ver, sentada en su trono de oro.

-Estoy cansada de ser reina, Loppi. Estoy cansada de que todos estos hombres me mientan y me adulen. Quiero gobernar a hombres libres. Ve a ver a la maga por última vez. Ve; dile lo que quiero.

-Pero ¿qué quieres entonces, infeliz? ¿Quieres reinar en el cielo donde están los soles y las estrellas, y ser dueña del mundo?

-Que vayas, te digo, y le digas a la maga que quiero reinar en el cielo y ser dueña del mundo.

-Que no voy, te digo, a pedirle a la maga semejante locura.

-Soy tu reina, Loppi, y vas a ver a la maga, o mando que te corten la cabeza.

-Voy, mi reina, voy. -Iba como si le corrieran detrás, : "¡Tal vez -pensaba Loppi-, tal vez el camarón tenga piedad de mí!" Y lo llamó desde la orilla, con voz como un gemido:

"Camaroncito duro,
Sácame del apuro"

Nadie respondió. Ni una hoja se movió. Volvió a llamar, con la voz como de un soplo.

-¿Qué quiere el leñador?-respondió otra voz terrible.

-Para mí, nada; ¿qué he de querer para mí? Pero la reina, mi mujer, quiere que le diga a la señora maga su último deseo; el último, señora maga.

-¿Qué quiere ahora la mujer del leñador?

Loppi, espantado, cayó de rodillas.

-¡Perdón, señora, perdón! ¡quiere reinar en el cielo, y ser dueña del mundo!

El camarón dio una vuelta en redondo, que le sacó al agua espuma, y se fue sobre Loppi, con las bocas abiertas:

-¡A tu rincón, imbécil, a tu rincón! ¡los maridos cobardes hacen a las mujeres locas! ¡abajo el palacio, abajo el castillo, abajo la corona! ¡A tu casuca con tu mujer, marido cobarde! ¡A tu casuca, con el morral vacío!

Y se hundió en el agua que silbó como cuando mojan un hierro caliente.

Y todo volvió a ser como antes.

Y de pronto sintió que le apretaban el cuello dos manos feroces: -"¿Estás aquí monstruo? ¿Estás aquí, mal marido? ¡Me has arruinado, mal compa­ñero! ¡Muere a mis manos, mal hombre!

-¡Masicas, que te lastimas! ¡Oye, a tu Loppi, Masicas!

Pero las venas de la garganta de la mujer se hin­charon, y reventaron, y cayó muerta, muerta de la furia. Loppi se sentó a sus pies, le compuso los ha­rapos sobre el cuerpo, y le puso de almohada el morral vacío. Por la mañana, cuando salió el sol. Loppi estaba tendido junto a Masicas, muerto.
 


Fuente:

miércoles, 5 de octubre de 2011

Practica calificada

Busca el significado de las siguientes palabras e indique la fuente.

1. LENGUA: Sistema de comunicación verbal y casi siempre escrito, propio de una comunidad humana.
Fuente:
http://buscon.rae.es/draeI/ 

2. IDIOMA: Lengua de un pueblo o nación, o común a varios.

3. LINGÜÍSTICA: Perteneciente o relativo al lenguaje.
LENUAJE: Uso del habla o facultad de hablar.

4. HABLA: Realización lingüística, por oposición a la lengua como sistema.
Es el uso particular e individual que hace una persona de una lengua.

5. DIALECTO: Sistema lingüístico considerado con relación al grupo de los varios derivados de un tronco común.
Hace referencia a una de las posibles variedades de una lengua.

¿Encuentre las relaciones y diferencias entre ellas luego erarquize?

IGUALDADES:
  • lengua-dialecto
  • habla-lingüística o lenguaje
DIFERENCIAS:
  • lengua-idioma
  • idioma-lingüistica
  • dialecto-lingüistica
  • habla-dialecto
  • idioma-lingüística
LA GERARQUIA
  • lingüistícam o lenguaje
  • lengua
  • idioma
  • habla
  • dialecto
15,45

miércoles, 28 de septiembre de 2011

"EL CACHORRO Y EL TIGRE"

Un cachorro, perdido en la selva, vió un tigre corriendo en su dirección. Comenzó entonces a pensar rápido, para ver si se le ocurría alguna idea que le salvase del tigre. Entonces vió unos huesos en el suelo y comenzó a morderlos.
Cuando el tigre estaba casi para atacarle, el cachorro dijo en alto:
- ¡Ah, este tigre que acabo de comer estaba delicioso!
El tigre, entonces, paró bruscamente y, muerto de miedo, dió media vuelta y huyó despavorido mientras pensaba para sí:
- ¡Menudo cachorro feroz! ¡Por poco me come a mi también!
Un mono que había visto todo, fue detrás del tigre y le contó cómo había sido engañado por el cachorro. El tigre se puso furioso y dijo:
- ¡Maldito cachorro! ¡Ahora me la vas a pagar!
El cachorro, entonces, vió que el tigre se aproximaba rápidamente a por él, con el mono sentado encima, y pensó:
- ¡Ah, mono traidor! ¿Y qué hago ahora?
Comenzó a pensar y de repente se le ocurrió una idea: se puso de espaldas al tigre y cuando éste llegó y estaba preparado para darle el primer zarpazo, el cachorro dijo en voz alta:
- ¡Será perezoso el mono! ¡Hace una hora que le mandé para que me trajese otro tigre y todavía no ha vuelto!

http://webs.ono.com/gsb/cachorro.html


1.¿Quiénes son los personajes principales?
  • el perro

  • el tigre

  • el mono

  • 2. Entre saque las palabras desconocidas y anota su significado
    despavorido:
    traidor:
    que nos kiere explicar el relato

    lunes, 16 de mayo de 2011

    luchas de la independencia

    Textos sobre la lucha de la independencia

    1781. 18 de mayo. En la plaza principal del Cusco es ejecutado José Gabriel Condorcanqui. Al rebelde José Gabriel “se le sacó la lengua el verdugo, y despojado de los grillos y esposas, lo pusieron en el suelo, le ataron a las manos y pies cuatro lazos, y asidos estos a la cincha de cuatro caballos, tiraban cuatro mestizos a cuatro distintas partes: -espectáculo que jamás se había visto en esta ciudad. No sé si porque los caballos no fueren muy fuertes, o el indio (sic) en realidad fuese de fierro, no pudieron absolutamente dividirlo, después de un largo rato lo tuvieron tironeando, de modo que le tenían en el aire, en un estado que parecía una araña. Tanto que el Visitador, movido de compasión, porque no padeciese más aquel infeliz despachó de la Compañía (desde donde dirigía la ejecución) una orden, mandándole cortase el verdugo la cabeza, como se ejecutó. Después se condujo el cuerpo debajo de la horca, donde se le sacaron los brazos y los pies. Esto mismo se ejecutó con la mujer, y a los demás se les sacaron las cabezas para dirigirlas a diversos pueblos. Los cuerpos de (José Gabriel Condorcanqui) y de (su mujer, Micaela Bastidas) se llevaron a Picchu, donde estaba formada una hoguera, en la que fueron arrojados y reducidos a cenizas, las que se arrojaron al aire, y al riachuelo que por allí corre (…).
                El suplicio infinito, que hiela la sangre, tornó la figura legendaria del gran combatiente humanista, en la del más grande mártir de todos los tiempos (…) Amó profundamente a los hombres y se dolió de sus sufrimientos; por eso se alzó, y a su paso no dejó obraje sin hombres libres, ni prisiones con hombres justos. Abolió los repartimientos, la mita y la servidumbre humillante, y conjuró a todos los hombres que habían nacido en estas tierras a que con su esfuerzo se construyeran un país mejor”. (Roel: 368).
    1781. 13 de noviembre. Es ejecutado Túpac Catari, en la plaza principal de La Paz, por el delito de buscar     la    libertad de sus hermanos de sangre. Su sentencia condenatoria dice:
                Condeno a Julián Apaza alias “Túpac Catari, en pena ordinaria de muerte y último suplicio y en su conformidad usando de las facultades privativas del Superior Gobierno de Buenos Aires, que me están trasmisas por esta Comandancia General, mando que sacado de la prisión donde se halla arrastrado a la cola de un caballo con una soga de esparto al cuello, una media, corosa o gorreta de cuero, y que a voz de pregonero se publique sus delitos a la plaza de este santuario, en que deberá estar la tropa tendida con las armas de su majestad, y convocarse (a) los indios concurrentes de las provincias, de modo que antes de la ejecución se les explique por mí lo agradable que será ésta a Dios y al Rey como propia de la Justicia y del beneficio y sosiego de ellos mismos, para que así se repare cualquier conturbación y recelo que pueda haber.
                Y que asido por unas cuerdas robustas, sea descuartizado por cuatro caballos que gobernaran los de la provincia de Tucumán, hasta que naturalmente muera y (luego) sea transferida su cabeza a la ciudad de La Paz, para que fijada sobre la horca de la plaza mayor y puesto de Quillquilli, donde tuvo la audacia de fijar la suya y sitiar los pedreros, para batirla bajo de la correspondiente custodia se queme después de tiempo y se arrojen las cenizas al aire. La mano derecha en una picota y con un rótulo correspondiente a su pueblo de Ayo Ayo, después al de Sica Sica, donde se practique lo mismo; la (mano izquierda) al pueblo capital de Abacachi en igual conformidad; para lo mismo la pierna derecha a los Yungas, y cabecera de Chulumani, y la otra (pierna izquierda) al de Caquiabiri de la de Pacajes, para lo propio y por lo respectivo a los bienes que se han hallado y pueden hallar declárese, se deben confiscar para la Cámara sin perjuicio de tercero, y conforme la naturaleza y calidad de sus delitos de infame, aleve, traidor, sedicioso, asesino y hombre feroz y monstruo de la humanidad en sus inclinaciones y costumbres, abominables y horribles, y por esta sentencia definitivamente. Juzgado así, lo pronuncio, mando y firmo, con expresa condenación de costos que se pagarán inmediatamente al actuario. Francisco Thadeo Diez de Medina” (Roel; 370-371).
    1783. Entre febrero y abril, es capturado Diego Cristóbal Túpac Amaru, todos sus familiares cercanos y lejanos son apresados, y asesinados, según sentencia que reproducimos:
                Condenamos a Diego Cristóbal Túpac Amaru, a pena de muerte y la justicia que se manda hacer es, que sea sacado de la cárcel donde se halla preso, arrastrado de la cola de una bestia de alabarda, llevando soga de esparto al pescuezo, atados pies y manos, con voz de pregonero que manifieste su delito: siendo conducido en esta forma por las calles públicas al lugar del suplicio, en el que, junto a la horca estará dispuesta una hoguera con sus grandes tenazas, para que allí, a vista del público, sea atenazado y después colgado por el pescuezo, y ahorcado hasta que muera naturalmente, sin que de allí le quite persona alguna sin nuestra licencia, bajo la misma pena: siendo después descuartizado su cuerpo, llevada la cabeza al pueblo de Tungasuca, un brazo a Lauramarca, el otro (brazo) al pueblo de Carabaya; una pierna a Paucartambo, otra (pierna) a Calca, y el resto del cuerpo puesto en una picota en el camino de la Caja del Agua de esta ciudad, quedando confiscados todos sus bienes para la Cámara de su majestad, y sus casas serán arrasadas y saladas, practicándose esta diligencia por el Corregidor de la provincia de Tinta” (Roel 370).
    1814. 18 de octubre. La Real Sala del Crimen de Lima condena a Zela, “a diez años de destierro en el presidio del castillo del Morro de La Habana, para que sirva en las obras de su majestad y públicas, a ración y sin sueldo, cumplidos los cuales no pueda volver al reino del Perú, (bajo) pena de la vida”
    1815.  17 de mayo. Mateo Pumacahua es ahorcado en el pueblo de Sicuani (Cusco). Se le cortó la cabeza para ser exhibida en la plaza mayor del Cusco; un brazo se envió a Arequipa y el otro quedó en Sicuani, el resto de su cuerpo se echó a la hoguera.

    miércoles, 11 de mayo de 2011

    SOLICITUD DIRIGIDA A LA HERMANA MARÍA INÉS GUTIÉRRES DIRECTORA DE LA INSTITUCIÓN EDUCATIVA SAN JOSÉ FE Y ALEGRÍA-Nº 40- TACNA

    “AÑO DEL CENTENARIO DEL DESCUBRIMIENTO DE MACHU PICHU PARA EL MUNDO”
    Solicita: certificado
    de estudio


    HERMANA  MARÍA INÉS GUTIÉRREZ,
    DIRECTORA DE LA INSTITUCIÓN EDUCATIVA
    SAN JOSE - FE Y ALEGRIA Nº 40 DE TACNA
    Ciudad:
    Velasquez Gonzales; Denilson Jose

    Yo Denilson Velasquez Gonzales pido respetuosamente a  Ud. Hermana
    María Inés Gutiérrez  Directora de la I.E. San José Fe y Alegría Nº 40 de Tacna mi certificado de estudios.
    Ruego su compresión para yo poder estudiar en un Instituto y así tener una carrera profesional y luego poder trabajar en algún lugar, que me espera.

    Firma

    …………………
    Tacna 28/04/201

    OFICIO DIRIGIDO AL ALCALDE DE LA CIUDAD DE TACNA SR. FIDEL CARITA MONROY

    “AÑO DEL CENTENARIO DEL DESCUBRIMIENTO DE MACHU PICCHU PARA EL MUNDO”


    Ofic. 098-Dir / 2011
    SEÑOR INGINIERO FIDEL CARITA MONRROY
    ALCALDE DE LA MUNICIPALIDAD PROVINCIAL DE TACNA
    Asunto: solicita donación de cincuenta bolsas con cementoCiudad

     Es muy grato saludarlo a nombre de la comunidad educativa “San José- Fe y Alegría” nº 40 de la ciudad de Tacna, y del mío propio.
     Molestamos su atención para pedirle por favor se sirva a donarnos cincuenta bolsas con cemento, para el techado de un salón de clases de nuestra institución educativa. Nuestra Institución esta ubicada en la prolongación de la calle Arias Aragüéz (esquinas de las calles Arias Aragüéz y la avenida Industrial) para efectos de de coordinación, el numero telefónico 952961234. Señor alcalde, debemos recordarle que nuestra institución es estatal y no se cobra ninguna pensión a los estudiantes porque ellos son extracción humilde.
     Conocedores de su espíritu filantrópico en bien de la niñez y la juventud tacneña, se les pide gratamente de su gentil persona,
        Atentamente,


    Hna. María Inés Gutiérrez
    Directora de la institución educativa
    “San José- Fe y Alegría-40

    MIG / dvg 
    Tacna, abril 28 de 2011